D.O. Binissalem

D.O. Binissalem: La Esencia de Mallorca en cada Copa

La Denominación de Origen Binissalem representa una comarca vitivinícola de tradición y renombre en el corazón de Mallorca, un destino emblemático donde el vino forma parte esencial de su cultura y su historia.

Protegidos por la majestuosa Serra de Tramuntana El terruño de Binissalem goza de un escenario idílico, protegido por la Serra de Tramuntana. Los suelos fértiles junto a un clima mediterráneo otorgan a la uva características únicas, dando lugar a vinos con una identidad propia e inconfundible. Esta zona se beneficia de la frescura de la montaña y la brisa marina, lo que ayuda a mantener la acidez y la complejidad en los vinos.

Historia vitivinícola de la comarca Desde el año 121 a.C., la vid ha marcado la economía y el vivir de los habitantes de Binissalem. Superando obstáculos como la filoxera y épocas de crisis, la región ha sabido reemerger y mantener viva la llama de la pasión por el vino, una tradición que ha sobrevivido incluso durante el dominio árabe y ha florecido con el impulso de las Cortes de Aragón y Castilla.

La consagración de una tradición: D.O. Binissalem Fue en 1990 cuando la D.O. Binissalem obtuvo el reconocimiento oficial, aunque la lucha por la denominación se remonta a 1973. Con la misión de proteger la singularidad de sus vinos y de sus prácticas vitivinícolas, el Consejo Regulador garantiza la calidad y promueve la excelencia que los consumidores han llegado a esperar de esta distinguida denominación.

Geografía vitivinícola: El corazón de Mallorca La D.O. Binissalem se extiende sobre cinco municipios estratégicamente ubicados entre altitudes que van desde los 70 a 140 metros sobre el nivel del mar, abrazados por el paisaje paralelo a la imponente Serra de Tramuntana. El área abarca 154,75 kilómetros cuadrados de viñedos, cada uno impregnado con la esencia de la isla.

Variedades de uva: La riqueza de lo autóctono El alma de los vinos de Binissalem radica en sus uvas autóctonas: la Manto Negro y la Moll, pilares de su identidad vinícola. Acompañadas por la Moscatel y otras variedades autorizadas, conforman la paleta de sabores que dan vida a los robustos tintos, los frescos blancos y los vivaces rosados de la región.

Bodegas representativas de la D.O. Binissalem

El reconocimiento de la D.O. Binissalem también se debe al trabajo y la dedicación de sus bodegas, que con su pasión y conocimiento, producen vinos que reflejan la calidad y el carácter de la región. Algunas de las más representativas incluyen:

  • Vinya Taujana: Tradición y modernidad se fusionan en esta bodega situada en Santa Eugènia, ofreciendo vinos que capturan la esencia de Illes Balears.
  • Bodega Santa Catarina: En Sencelles, esta bodega se destaca por su amor a la tierra y la producción de vinos que hablan del terroir de las Islas Baleares.
  • Celler Can Ramis: Desde Sencelles, este Celler combina técnicas ancestrales con innovación para crear vinos memorables.
  • Celler Ca Sa Padrina: Con sus raíces en Sencelles, es conocido por su respeto hacia la vinicultura y la tierra que les provee.
  • Celler Sebastià Pastor: Desde Santa Maria del Camí, elabora vinos que reflejan la riqueza y diversidad de las variedades autóctonas.
  • Celler Ramanyà: Este Celler de Santa Maria del Camí es sinónimo de vinos con personalidad y expresión del suelo balear.
  • Jaume de Puntiró: Un Celler que pone pasión en cada botella, mostrando la calidad de los vinos de Santa Maria del Camí.
  • Ca’n Verdura Viticultors: Bajo el cielo de Binissalem, sus vinos son un reflejo del compromiso con la calidad y la expresión de su terroir.

Estas bodegas son solo algunas de las que honran la tradición vitivinícola de la D.O. Binissalem, cada una con su sello distintivo, contribuyen a la historia viva de esta tierra y sus vinos excepcionales.

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