Solomillo de Cerdo al Oloroso con Cebolla: Guiso Exquisito y Aromático
Disfrutar de un suculento plato de carne no siempre requiere de largas horas en la cocina. Con la combinación adecuada de ingredientes y técnicas culinarias, es posible crear un plato que deleite los sentidos y aporte un toque de sofisticación a la mesa. El solomillo de cerdo guisado con cebolla y vino oloroso es una receta que destaca por su sabor intenso y su textura tierna, siendo una opción perfecta para cualquier ocasión.
Ingredientes
- 1 kg de solomillo de cerdo, cortado en medallones
- 2 cebollas grandes, picadas
- 3 dientes de ajo, picados
- 300 ml de vino oloroso (Jerez o similar)
- 200 ml de caldo de carne
- 2 hojas de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de tomillo seco
- Harina para enharinar la carne (opcional)
Elaboración
- Salpimentar los medallones de solomillo y, si se desea, enharinarlos ligeramente.
- Calentar aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto y sellar la carne por ambos lados hasta que esté dorada. Retirar y reservar.
- En la misma sartén, añadir un poco más de aceite si es necesario y sofreír las cebollas y el ajo hasta que estén transparentes y ligeramente dorados.
- Desglasar la sartén con el vino oloroso, raspando con una cuchara de madera los restos dorados de la carne que hayan quedado pegados.
- Devolver la carne a la sartén junto con las hojas de laurel y el tomillo, y dejar cocinar a fuego medio durante unos minutos para que el alcohol se evapore.
- Agregar el caldo de carne y llevar a ebullición. Reducir el fuego y dejar cocinar a fuego lento durante 20-25 minutos o hasta que la carne esté tierna y la salsa haya espesado.
- Ajustar de sal y pimienta y retirar las hojas de laurel antes de servir.
Variantes de la Receta
Para aquellos que disfrutan experimentando en la cocina, se pueden considerar las siguientes variantes:
- Agregar setas o champiñones durante el sofrito para aportar un sabor más terroso al plato.
- Incorporar zanahorias en rodajas o pimientos en tiras para añadir un toque de dulzura y color.
- Para una salsa más cremosa, se puede añadir un chorro de nata líquida o crema de leche al final de la cocción.
- Si se prefiere un toque más picante, se puede agregar un poco de pimentón picante o chile en polvo al sofrito.
Descubre cómo el vino oloroso eleva el solomillo de cerdo a un manjar tierno y lleno de sabor. ¡Tu paladar te lo agradecerá!